¿Sabes? Eres mágico. Tienes el encanto de una sonrisa de "buenos días", de lágrimas dulces, de un "te quiero" a media voz; tienes un hechizo escondido en esa mirada que lo cura todo. Tienes el conjuro perfecto siempre preparado, directo desde el corazón. Tienes el remedio para todos mis males. Yo lo tengo todo, yo te tengo a ti. Ya no creo en los deseos que dejamos pendientes del destino al soplar las velas, ni los que viajan hasta el más allá en la estela de una estrella fugaz. Creo en ti, por tus milagros; eres la buena suerte personificada, eres todo lo que jamás imaginaste ser.
Has salvado una vida con tu magia. Estoy pendiente de tu órbita porque en ella solo existe seguridad y amor, y tus besos son una poción contra el mundo. Tu tacto suave y ligero hace levitar hasta la más mínima célula de mi cuerpo; tienes en tus manos toda la energía concentrada a punto de estallar, y cuando se unen con las mías, ya no hay marcha atrás...
Mi instinto de supervivencia se alimenta de nuestros instantes, y sé que eres capaz de convertir este presente en un pasado sin fin.
Creo en ti, porque eres mágico.
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