domingo, 14 de febrero de 2016

14 de febrero

Hay otras celebraciones que deberían marcarse como internacionales en nuestro calendario.
En cualquier caso, hace ya bastantes años que el consumismo de San Valentín ha sido reemplazado por otro tipo de regalos: sensaciones, emociones, recuerdos... Pase el tiempo que pase.
Las experiencias de la vida también tienen fecha de expedición -con hora incluída-, y esta es una de ellas. Hoy Cupido no tiene protagonismo, no hay hueco para él en esta historia.

Dedicado a quien me ha hecho llorar alguna vez, aprendiendo así un poco más de la vida y del amor; dedicado a quien me ha cuidado durante un tiempo enseñándome que yo misma puedo curarme; dedicado a aquella persona que, con todo, me sigue haciendo sonreír al hacer memoria de todo el tiempo pasado y sus dichas vivencias. Hay recuerdos cálidos tras tanta tempestad... ''I feel safe, I feel warm''.

Dedicado a aquel ángel de la guarda temporal, a aquel amor a primera vista (al primer amor, incluso), a los primeros pasos en suelo desconocido y los últimos en terreno seguro. Dedicado a la confianza, la ilusión, la esperanza..., a todo aquello que nos conformó.
Dedicado, sobre todo, a la amistad. A la amistad a través del tiempo y el espacio, de las circunstancias y de los imposibles. Dedicado también a aquellos que no creen, cuando sólo es necesario un ''believe in me''. Por el hincapié a hacernos fuertes ante la vida sin saber que a veces la fortaleza nos destruye, acabando con los muros que nos construímos; a veces, simplemente, es mejor dejarse llevar.
Dedicado a aquella etapa en la que todo era blanco o negro (ahora el gris nos parece mejor opción).

Por esa piedra con la que tropezamos en incontables ocasiones, por lo que no llegamos a decirnos, por lo que juramos y no cumplimos. Por las primeras veces, y las últimas. Por el destino. Brindemos por todo eso y por mucho más: pero esta vez, que el vaso no esté medio vacio o medio lleno, que la copa rebose.

Hoy es un día para recordar corazones rotos, corazones llenos de esperanza, corazones que laten por otros corazones... No importá por quién, ni cómo ni por qué; pero un latido resuena más que el eco de un cañón aún estando al otro lado de la ciudad, al otro lado del mundo.
Hay fechas que deberían ser celebradas día a día y no sólo una vez al año; aún así, hay dosis de recuerdos para esta vida y otras cuantas más.

14 de febrero, otro año más. Que el tiempo siga uniendo a personas.