Epílogo.

Y cuando el final más triste te dice ''aquí se acaba todo''...
Aparece una mirada llena de vida, una sonrisa tras cada beso, un abrazo de los que quitan el aliento. No sabes cómo, ni por qué, pero entonces entiendes que un punto y final puede ser un principio, que un ''me gustas mucho'' se puede convertir en un ''te podría estar mirando toda la vida'', y que da igual el día, la hora y el lugar: si te quiere, tú también lo harás.

P.D.: Gracias.

Lucky.

A día 3 de enero y todavía me pregunto si ha pasado el tiempo suficiente para poder empezar un nuevo año. He terminado el 2012 con más ganas de retroceder que de comenzar algo nuevo. Será porque yo todavía sigo aquí y tú ya estás allí... Será porque todo lo que quise se ha quedado atrás y sé que no volverá. Supongo que tendré que conformarme con que me guardes en un hueco de tu memoria del que no me pueda borrar aunque a duras penas te acuerdes de mí; porque hay cosas que no se olvidan y amores que nunca mueren.
Pero no queda más opción que poner el cronómetro a cero esta vez, y preguntarnos cuánto falta para dar el siguiente salto, aunque mi trampolín todavía no esté preparado para dejarme caer ni yo para volver a levantarme.
Y yo no sé a vosotros, pero a mí la soledad me está matando. Y yo no quiero morir sin haberme perdido una última vez en esa mirada llena de amor que antaño me decía ''te quiero'' sin a penas parpadear. Así que vamos a intentarlo una vez más, a ver qué ocurre esta vez; a ver si el 3 ofrece más probabilidades que el 2 de ser tú y yo sólo 1, y a ver si un año más de nuestras vidas significa un año menos que dolernos por esa distancia que nos separa.

A ver si este año, me quieres un poco más que el anterior.